El Premio

Con el fin de estimular y reconocer el esfuerzo creador de los Artistas Plásticos de la Península de Paraguaná, especialmente en las nuevas generaciones; Expresión Plástica, crea e instituye en el año 2005; el Premio “Julio Colmenárez” a los Valores de las Artes Plásticas. Quedando establecido formalmente, en los Estatutos Sociales de la Asociación, específicamente en su Artículo 23.

Para el momento de la elección del epónimo, nos remontamos a los orígenes del grupo; que como ya se ha descrito, tuvieron lugar en el Ateneo de Punto Fijo. De tal forma, que en homenaje al recinto donde nació nuestra agrupación; el premio debía llevar el nombre de alguien estrechamente vinculado al Ateneo.

Se procedió a consultar a los artistas visuales, poetas, músicos y teatreros que durante 20, 30 o más años, han hecho vida en la institución. El Maestro Pintor Gilson Cuba (primer profesor de Artes Plásticas del Ateneo), quien goza de nuestro más sincero afecto y respeto; siendo además asesor de Expresión Plástica, fue el primero en sugerir el nombre de Julio Colmenárez; especificando que fue diseñador gráfico, pintor, músico y la demostración más auténtica de la excelencia en todo lo que hacía.

Las consultas posteriores, hechas a: Guillermo De León Calles, Angel Ventura, Otilio Rojas, W. Yajure, Angel “guillo” Mora y José “Cheo” Mora, Indiro Delgado, Asdrúbal Hernández, Francisco “Chico” Calles, Jesús “Fofy” Zabala, Lupe Chirinos, Otto Beaujón, Juan Felino, Saira Romero, Alfredo Molleja y el profesor Pedro Luis Boada entre otros, no hicieron sino apoyar la propuesta de Gilson.

Alegaron que el Julio Colmenárez, fue uno de los más fieles y apasionados representantes del espíritu ateneísta, un gran amigo, querido y recordado; protagonista de una era de bonanza cultural, que todos esperamos regrese más pronto que tarde.

El veredicto estaba dicho, habló la comunidad ateneista y el 10 de Mayo de 2005, Expresión Plástica entrega por vez primera el Premio “Julio Colmenárez”, en el marco de una exposición realizada el Día Nacional del Artista Plástico, en la nueva sede del Ateneo.

En poco menos de dos meses, el 8 de Julio de mismo año y en el acto de clausura de la exposición; el espacio donde se exhibe la muestra, es bautizado como: “Antesala de Arte Julio Colmenárez”, en presencia de familiares, amigos del homenajeado y los pintores que exponían sus creaciones en ese momento.

Julio Enrique Colmenarez Peña

Julio Colmenárez

Julio con los Artistas Plásticos

Con el Maestro José "Pepe" Herrera

Testimonios de algunos amigos...

¿Quién fué Julio Colmenárez para tí? y ¿Qué es lo que más recuerdas de él?

he aquí las respuestas:

Un verdadero ser humano que le supo dar colores y música a nuestra hermandad. Su devoción por la responsabilidad y la disciplina, que siempre favorecieron los infinitos resultados de su creación.

Guillermo De León Calles

- Julio acompañado de Guillermo en alguna actividad del Ateneo de la época -

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Uno de los amigos más sinceros, un hombre muy especial, muy sincero, exquisito, para nosotros; el mejor en su condición del género de la salsa. Nunca utilizaba medias tintas en su trabajo. Como diseñador un hombre con una sensibilidad demasiado grande. Era chiquito, pero picoso… … muy profesional en lo que El hacía. Hasta ahora, no hemos encontrado una persona igual. Cada vez que Lupe Chirinos canta, lo siente.

Lupe Chirinos

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Apartando la condición de hermano y amigo, Julio Colmenarez, fue para mí; uno de los artistas cuya condición humana iba pareja a su gran labor plástica. Julio hacía las cosas y las escribía con el alma; escribiendo, pintando, diseñando. Julio diseñaba, escribía y pintaba con el alma. Siempre sus actos eran más gráficos que sus palabras, cuando a ayudar o a cooperar de él se requería su ayuda… Sencillamente un maestro.

Gilson Cuba

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Una buena representación del Ateneo de los 80`s. De izquierda a derecha: Gotopo, Humberto Reyes, Guillermo De León Calles (entonces Director General), Francisco "Chico" Calles, Julio Colmenarez, Douglas Salazar y Simón Petit.

Un gran amigo, excelente persona, ateneísta 100%. Recuerdo con especial cariño, un viaje que hicimos a la sierra. En aquella oportunidad presentábamos: “Pajilla, Verso y Cañón”. Fue uno de los viajes más divertidos. Cantamos todo el viaje. Julio cantó todo el camino.

Saira Romero
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Un gran amigo. El único y primer diseñador gráfico de Punto Fijo, que me enseñó las artes gráficas. Uno de los mejores diseñadores gráficos, y primer coordinador de Artes Plásticas del Ateneo de Punto Fijo. Aprendí de El, artes gráficas y estampado. Me dejó además un legado; el logotipo de “Estudios Yajure”.

Wilmer Yajure

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Era todo un creativo y un gran amigo. Siempre tenía un chiste que contar.

Indiro Delgado

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Ante todo fue un AMIGO, un gran músico, músico nato. Todo el que lo conoció no lo olvida. Nos echábamos los palos y salíamos a… … por ahí.

Pedro Luis Boada

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Hombre íntegro, amigo de los amigos, compañero del Arte, de la Cultura. Recuerdo su pasión por la salsa, su “Mas Pachanga”, su excelentes diseños gráficos, su carácter.

William Nieto

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Fue un gran hombre, nunca estuvo triste.

Sorelis Mujica

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Un buen amigo, y un excelente padre de familia. Se desvivía por su hija Marielis. Su pasión por la salsa; El iba donde hubiera éste ritmo, o un cantante de salsa a entrevistarlo y se tomaba fotos con ellos para el recuerdo.

Otilio Rojas

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- Julio con Marielis, su adoración... -

Fue muy corto el tiempo que traté a Julio Enrique Colmenarez Peña, pero suficiente para valorarlo como amigo leal, que a pesar de nuestras diferencias de edades siempre me demostró un gran respeto y afecto que le retribuí de igual manera.

- En el Club Manaure -

Para mi concepto, su mayor virtud fue su franqueza, hombre sin dobleces con el suficiente coraje de no callar las verdades y cantarlas de frente, sin hipocresías y afrontando las consecuencias que su sinceridad pudiera ocasionarle. Actitud que conllevó a que ciertas personas lo tildaran de violento y agresivo. Y fue esa cualidad la que precisamente nos unió en una amistad férrea que todavía a unos cuantos años de su eterna partida, aún le rindo homenaje con mis recuerdos.

Los siguientes versos, escritos a la hora de su desaparición física, dejan claro el cariño y aprecio que siempre le profesé:

Que triste es escribir cuando una herida
Sangra en el corazón, y el pensamiento,
En vez de inspiración se hace lamento
Cuando llora la eterna despedida

Del amigo entrañable cuya vida
Fue ejemplo de amistad, desprendimiento;
Que con pesar y noble sentimiento
A llorar nos obliga su partida.

Se ha ido Julio Enrique, nuestro hermano,
Y a las profundidades de lo arcano
Mi verso elevo cual postrer adios;

Y en medio de mi pena me consuelo
Porque pienso que Julio está en el cielo
Enseñándole salsa a Papá Dios.

Juan Felino

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A mundo Julio,
A mundo Julito!,
Seguro estás en el cielo;
Armando tremenda rumba
Con Héctor Lavoe y Maelo

(Enero 1995)
Asdrúbal Hernández

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Amigo de los amigos hasta lo máximo. Un hombre de carácter fuerte para enfrentar las injusticias. Fue multifacético, llegó como entrenador deportivo, desarrollo sus inquietudes, por la serigrafía, por la pintura, por la salsa que era su pasión; mantenía su columna en “La Mañana” y su programa de radio en Radio Guadalupana, en ambos se despedía con su frase: ¡Saravá Familia!.

- Julio en uno de los tantos Festivales de la Salsa en el antiguo Ateneo de Punto Fijo -

Para mí, Julio no está muerto, porque yo no lo vi muerto; simplemente es un gran amigo al que tengo 11 años que no lo veo, pero que espero volver a ver algún día, ya será en la eternidad así es que recuerdo a Julio Enrique.

Otto Beaujón

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Rememorar a Julio Colmenarez, es traer a la memoria satisfacciones vividas a través de la tertulia cultural y del compartir de homogéneos gustos musicales; donde fue su mas ferviente defensor cuando de los Afro-Caribeños se trataba. Julio era un Guaguancó, una Guaracha, un Bolero. Simbiótico con Maelo Rivera, Tito Puente, Celia, Tito Rodríguez y todo lo que significara Saoco, Membé y Guapachá.

- Con "Cuatro Cantos" y Simón Petit -

El Caribe no tenía secretos para éste Guaro que un día Paraguaná le robó a Barquisimeto. Benny More, Rogelio el de La Sonora, Caito, El Sonido Bestial de Bobby Cruz y Richie Ray eran la Literatura cotidiana de Julio Colmenarez. Radio y prensa (Más Pachanga) fue su púlpito y trono para orar e impartir sabiduría, cual Rey de la salsa en Paraguaná.

- Con los locutores -

De un multicolor pincel, Julio plasmó lienzos, afiches, carátulas de discos con ese mismo prisma del caribe teñido de tumbá y Bongó. Aquel 30 de Diciembre en plena rumba nos dijo – Saravá Familia – hasta luego. ¿Qué recuerdo de Julio?, Su enseñanza. Y que lo oídos del caribeño son acústicas de la música de Dios.

Jesús “Fofy” Zavala

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Querencia que aturde,
Matiz que se añora;
Hay ritmo en el cielo,
Divina Pastora,
Caribe Naciente,
Del Turbio a los mares,
Existe el regreso;
Julio Colmenárez.

Ángel “Guillo” Mora

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Primero mi vecino, en el Banco Obrero. Y mi primera impresión de Julito, es que era “malansangre”, pero demostró todo lo contrario; que tras esa cara de arrecho que tenía, escondía un corazón bondadoso, lleno de bondad. Era más que un amigo.

Recuerdo que en una oportunidad El y Yo íbamos a Caracas, Julio se disponía a entrevistar a Celia Cruz que estaba en RCTV, y Él decía que sí lo dejarían pasar; llevaba los carnets de Radio Punto Fijo, Mundial Caribe y Radio Guadalupana, más sin embargo no lo dejaron entrevistar a Celia.

Después fuimos a Bolívar Films, ese año Julio había ganado el Festival de Cine Super 8, y quería pasar sus trabajos a un formato profesional. La impertinente respuesta de la gente de Bolivar Films fue semejante a la de RCTV: “aquí no trabajamos con películas caseras, solo con profesionales”.

- Julio en la Radio -

Julio salió tan disgustado que me decía: “chico, ¡Dame casquillo!, ¡Dame casquillo!, ¡Dime algo!”. Mi respuesta fue: “pero que te voy a decir... a mi me hacen una vaina de esas, y yo me voy pal` coño”. Julio apartó el plato de la mesa y dijo: “¡Vámonos! y en efecto nos vinimos.

Era un hombre apasionado; así como estaba molesto, de pronto estaba contento, a mí era al único que le permitía que le dijese “El Tiempo Paraguanero”, nombre que le puso Emiro Querales. Cuando Julito murió en pleno fin de año, casi nadie pudo ir a verlo, pero lo lloramos y lo “bebimos”. Siempre, siempre, siempre lo recuerdo.

Chico Calles

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Así lo recuerdan...

...Así lo hemos conocido